Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 10 de diciembre de 2018
SOPORTE DEL SEÑOR
1 Crónicas 14:1
"Así que David consultó a Dios:
—¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder?
—Atácalos —le respondió el Señor—, pues yo los entregaré en tus manos."
El enemigo de nuestras almas se opone tanto a la unción de Dios en sus siervos, como al liderazgo en el reino de Dios. La respuesta de David al ataque del enemigo fue pasar a la ofensiva, no retirarse. David atacó a los filisteos, no con su propia fuerza, sino en total dependencia de Dios. La fuerza de David estaba en el Señor. Nosotros también estamos llamados a ser “fuertes en el Señor” (Efesios 6:10).
Dios nos dará un plan de batalla para las tentaciones y asignaciones del enemigo contra nuestras vidas si preguntamos al Señor. Aplicar la victoria de la muerte y resurrección de Cristo sobre el pecado, a las batallas en nuestras vidas, requiere el conocimiento de nuestro perdón y autoridad en Cristo. No somos víctimas, sino vencedores a través de Cristo. Aprender a resistir al enemigo es esencial si queremos poseer nuestra herencia en el reino de Cristo y vivir en misión con Jesús.
Señor Jesús, tienes toda la autoridad y me has dado una misión clara. Gracias por la unción del Espíritu y por la capacidad de resistir al enemigo en mi vida, mi familia y mi comunidad. Me mantendré firme en la batalla. En tu nombre, amén.
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