sábado, 22 de diciembre de 2018

¿POR QUÉ CONTAR?



1 Crónicas 21:1-2
"Satanás conspiró contra Israel e indujo a David a hacer un censo del pueblo.
Por eso David les dijo a Joab y a los jefes del pueblo:
—Vayan y hagan un censo militar que abarque desde Berseba hasta Dan, y tráiganme el informe para que yo sepa cuántos pueden servir en el ejército."


¿Por qué contó David el tamaño de su ejército?

Cuando huía de Saúl y se escondía en las colinas de Judá, ¿contaba sus guerreros?

Cuando David se enfrentó a Goliat y los filisteos, ¿contó el tamaño del ejército que estaba con él?

¿Por qué empezar a contar ahora en el crepúsculo de su viaje de liderazgo?

David se rindió al orgullo. El orgullo tuvo éxito donde otros enemigos no lo habían hecho. Él había quitado sus ojos del Señor y los había puesto en su propia fuerza. No podemos ser "fuertes en el Señor" y fuertes en nosotros mismos al mismo tiempo.

¿Nuestra fortaleza está en nuestras cuentas bancarias, pólizas de seguro o números de amigos o compañías?

¿Qué estamos contando cuando nos sentimos inseguros o desanimados?

Dios nos invita a contar nuestras bendiciones y vivir con humilde gratitud por todo lo que ha hecho por nosotros.

Señor Jesús, me arrepiento por el orgullo. Me arrepiento por contar y por apartar mis ojos de ti. Me humillo ante ti y confío en tu provisión este día.


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