Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 4 de diciembre de 2018
GENEROSIDAD Y EQUIDAD
1 Samuel 30:22-24
"Pero entre los que acompañaban a David había gente mala y perversa que reclamó:
—Estos no vinieron con nosotros, así que no vamos a darles nada del botín que recobramos. Que tome cada uno a su esposa y a sus hijos, y que se vaya.
—No hagan eso, mis hermanos —les respondió David—. Fue el Señor quien nos lo dio todo, y quien nos protegió y puso en nuestras manos a esa banda de maleantes que nos había atacado.
¿Quién va a estar de acuerdo con ustedes? Del botín participan tanto los que se quedan cuidando el bagaje como los que van a la batalla."
Este principio vital de compartir el “saqueo” entre el equipo, independientemente de su rol o nivel de prominencia en la misión, todavía es relevante para nosotros hoy.
Detrás de este principio hay un reconocimiento de que Dios es nuestra fuente, nuestro protector y nuestro proveedor, y al compartir lo que recibimos, lo honramos en nuestro medio. "No son regalos iguales, sino sacrificios iguales" es otro principio que llama a todas las personas de Dios a ofrecer lo que tienen al servicio de Dios. Fue Dios quien prometió la victoria a David si perseguía a los amalecitas, no a los cuatrocientos quienes finalmente terminaron la persecución.
Si bien hacemos nuestra parte, no son nuestros dones los que determinan el resultado de la misión o la batalla, sino la liberación y la gracia de Dios. La humildad busca honrar a aquellos que son más débiles y menos distinguidos entre nosotros.
Señor Jesús, tú eres mi Fuente. Oro por la generosidad y la equidad para marcar mi liderazgo en la toma de decisiones. Así sea.
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