Salmos 46:10
"«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
¡Yo seré exaltado entre las naciones!
¡Yo seré enaltecido en la tierra!»"
En muchos barcos británicos cuando ocurre un desastre, suena "el alambique". Esto le indica a la gente que se detenga un momento y descubra qué hacer. El pánico, sienten los marineros, puede evitarse si se observa "la quietud". Dios nos da un consejo similar. En lugar de entrar en pánico cuando llega la crisis, debemos quedarnos quietos y saber que Él Es Dios... Quizás eso podría parafrasearse: "No tengas miedo; mira cómo puedo ayudarte en esta difícil situación". El creyente sabio aprenderá a observar "el silencio" en tiempos de tensión.
Si todavía estamos en tiempos de prueba, perdemos mucho de lo que Dios está tratando de decirnos. Creemos que no tenemos tiempo para estar quietos, pero un estudio de la Universidad de Wisconsin reveló que la persona promedio pasa tres años de vida esperando. La forma en que utilicemos ese tiempo determinará gran parte de nuestro futuro. El sabio lo usará para conocer mejor a Dios, y también buscará estar solo y escuchar la voz tranquila del Creador.
Los poemas no se escriben en las esquinas concurridas y las sinfonías no se componen en multitudes. La soledad es necesaria para la creatividad y el crecimiento espiritual. Muy a menudo somos charlatanes espirituales cuando llegamos al armario de la oración. Qué bueno sería aprender a escuchar en esos momentos tranquilos y saber que Él Es Dios. El Salmo 46 también dice que "los paganos se enfurecieron". Cuán a menudo nos enfurecemos por esto y aquello; cuánto mejor si escucháramos a Dios.
Relajémonos y conozcámosle a Él. Quédate quieto y aprende a amarlo mejor.
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