Génesis 49:13
"»Zabulón vivirá a la orilla del mar;
será puerto seguro para las naves,
y sus fronteras llegarán hasta Sidón."
Henry Drummond, un famoso predicador escocés, comentó: "El problema con los religiosos es que a menudo se preocupan más por la religión que por la humanidad. Cristo se preocupó más por la humanidad que por la religión. Más bien, su preocupación por la humanidad fue la principal expresión de su religión". La acusación de Drummond suele ser cierta cuando dejamos que nuestras organizaciones o credos eclipsen nuestra compasión. La Palabra de Dios indica que Zabulón nunca permitió que esto sucediera.
Cuando Jacob bendijo a sus hijos poco antes de morir, dijo muchas cosas tristes sobre algunos. Simeon y Levi habían sido instrumentos de crueldad y Rubén lo había decepcionado terriblemente. De Zabulón, sin embargo, dijo con cariño: Se convertirá en un puerto para los barcos. En otras palabras, el gran corazón y la compasión de Zabulón ofrecieron descanso al viajero, cansado de ser sacudido y amenazado por el mar embravecido. Su personalidad atraía a quienes buscan la seguridad de un puerto.
¿Qué hace que algunos hombres atraigan y otros repelan a quienes buscan ayuda? La bondad es la clave. Una de las notas de Proverbios: Lo que se desea en un hombre es la bondad (19:22). En otras palabras, lo que hace deseable a un hombre es su bondad hacia quienes lo rodean. La bondad hace que una persona sea más accesible. El herido, que busca ayuda, abre su corazón al que es bondadoso. Sabe que no será condenado ni rechazado.
El mundo necesita más puertos y menos arrecifes de coral en los que se han estrellado tantos barcos. Cada uno de nosotros debe comprometerse a ser más accesible, más amoroso, más tierno y amable.
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