Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 7 de junio de 2014
DEJA QUE LA TORMENTA CALME
Me he enfrentado a muchas tormentas en mi vida, algunas como las rápidas tormentas de la tarde que son comunes en el verano y ¡Algunas que parecían de huracán categoría 4!
Si he aprendido algo acerca de la intemperie de esas tormentas, ha sido que no duran para siempre, y no tengo que tomar decisiones importantes en medio de ellas.
Los pensamientos y sentimientos están desenfrenados en medio de las crisis, pero esos son exactamente los tiempos que tenemos que tener cuidado en la toma de decisiones. A menudo me digo a mí mismo: "Que las emociones desaparezcan antes de decidir."
Debemos mantener la calma y disciplinarnos para centrarnos en hacer lo que podemos hacer y confiar en Dios para hacer lo que no podemos hacer.
En lugar de ahogarse en la preocupación y el miedo, estar en contacto con Dios, que ve más allá de la tormenta y la orquesta en el cuadro grande es sumamente importante.
Seguros estamos que todo lo que tiene que suceder en nuestra vida sucede en el momento adecuado, se mueve a la velocidad adecuada, y nos hace llegar con seguridad a los destinos que Él ha planeado para nosotros. Su Palabra dice que así es! Jeremías 29:11 es un excelente ejemplo. Te invito a que lo busques y lo atesores en tu corazón.
Oración: Dios, sé que no puedo controlarlo todo, así que voy a hacer lo que pueda y confiar en Tí para hacer lo que no puedo hacer. Que las tormentas de la vida no me controlen. Confío en tus planes para mí. En el nombre de Jesús, ¡Amén!
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