Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 23 de junio de 2014
NO FUE UN ACCIDENTE
Hechos 2:23
"A éste … prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole."
La cruz no fue accidente. Este era el plan que Dios había concebido mucho tiempo atrás.
La muerte de Jesús no fue obra de un ingeniero cosmológico presa del pánico. La cruz no fue una sorpresa trágica. El Calvario no fue una reacción precipitada ante un mundo que iba de picada hacia la destrucción. No fue un remiendo ni una solución provisional. La muerte del Hijo de Dios fue cualquier cosa menos un riesgo inesperado.
No, fue parte de un plan increíble, una decisión calculada.
En el momento en que el fruto prohibido tocó los labios de Eva, la sombra de una cruz apareció en el horizonte. Y entre ese momento y el momento en que el hombre con un martillo colocaba los clavos en la muñeca de Dios, un plan maestro se fue cumpliendo.
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