Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 20 de junio de 2014
EL DULCE LUGAR
¿Cuántos de nosotros jugamos "Escondite" cuando éramos niños? Muchos de nosotros éramos incluso expertos en el arte de ocultarnos. Hay una historia de cuando yo era pequeño de que incluso hice sufrir a mi pobre abuelo porque me escondí muy bien (Y me quedé profundamente dormido. Pasó todo el día buscándome).
Particularmente yo tenía un escondite favorito, era un dulce lugar porque cuando me escondía allí nadie me podía encontrar. (Por supuesto, lo utilizaba una y otra vez).
Creo que algunas cosas no ha cambiado mucho ahora que soy adulto. Todavía hay situaciones que me hace esconderme en un nuevo "dulce lugar". Hay circunstancias que me hacen querer esconderme, apartarme de todos. Como padres, trabajadores, estudiantes, a veces la presión es tanta que tenemos la necesidad de buscar ese dulce lugar y escondernos...
Pero, ¿dónde nos escondemos? Cuando optamos por ocultarnos, o bien nos vamos a un lugar de Victoria (Jesús) o a un lugar de derrota (cualquier otro sitio, excepto Jesús). Cuando permitimos que el miedo, remordimiento o rencor nos consuman no estaremos a gusto y nuestra vida será un sufrimiento.
El salmista David, cometió (muchos) grandes errores. Se pudo haber escondido detrás de todo su desorden, pero sabía dónde refugiarse. Se escondió en el Señor.Cuando Dios es nuestro escondite, no importa lo que hemos hecho, lo que no hemos hecho, o lo que somos, nos encontramos con:
- El perdón en lugar de la culpa
- La gracia en vez de la vergüenza
- La confianza en lugar del miedo
- La esperanza en lugar de desesperación
Cuando era niño, a veces no escogía el "dulce lugar" y me escondía detrás de un armario con abrigos. Seguro me veía gracioso: Sólo me podía ocultar de la cintura para arriba. Mis pequeñas piernas estaban expuestas a la vista de todos.
Cualquier otro escondite que no sea Jesús nos deja expuestos. El único lugar en el que estamos completamente ocultos y protegidos es en Jesús. Él es el dulce lugar.
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