Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 6 de enero de 2016
AMOR A LOS DEMÁS
Santiago 4:11-12
"Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez.
No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?"
Jesús resumió la ley como el amor a Dios y al prójimo, y Pablo dice que el amor demostrado hacia los demás satisface plenamente la ley.
Cuando no somos capaces de amar, en realidad estamos rompiendo la ley de Dios. Examinemos nuestra actitud y acciones hacia los demás. ¿Aportamos valor a las personas, o cuando entran en contacto con nosotros las disminuimos?
Cuando estés listo para criticar a alguien, recuerda la ley del amor de Dios y di algo bueno en su lugar, algo constructivo y que le aporte valor.
Decir algo beneficioso hacia los demás sanará esa manía de búsqueda de fallos y aumentará nuestra capacidad de obedecer la ley del amor de Dios.
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