GRACIA Y GRATITUD

Génesis 8:22
"»Mientras la tierra exista,
habrá siembra y cosecha,
frío y calor,
verano e invierno,
y días y noches.»"

Muerte y destrucción. Noé y su familia fueron testigos del juicio aterrador de Dios. Los días convirtieron en semanas, las semanas se volvieron meses ... ¿cuánto tiempo más Dios? ¿Estaba el agua realmente retrocediendo? Los animales estaban inquietos, la condición en el arca era insoportable. Ellos vivían con cierta incertudumbre, sin embargo, absolutamente agradecidos de estar vivos.

¿Cómo hizo frente Noé durante ese año? Con bastante tiempo para pensar, él sabía que habían escapado de la muerte por la gracia de Dios. El futuro era incierto. Tanto más que necesitaba escuchar las instrucciones de Dios y obedecer cuidadosamente. Finalmente la llamada a emerger -¡Era como una resurrección! La primera reacción de Noé luego de bajar del arca sólo podía ser un sacrificio de acción de gracias. Y Dios estaba complacido.

Los cristianos de primera generación en Asia se identifican mucho con Noé. Por gracia se enteraron del Señor Jesús. A través de muchas dificultades renunciaron a las creencias de sus antepasados, soportando la ira de sus familias. Pero por la gracia creyeron y recibieron la salvación personal a través de Jesús. En gratitud sirven y aman a Dios. No hay estímulo más grande para servir y amar.

La gratitud de Noé contrastaba con la indiferencia de Caín. Caín era impersonal con Dios y las cosas de Dios. Él tomó a Dios por sentado en su vida. "Allí está, pero ni me meto con Él ni Él que se meta conmigo." Hay tristemente ahora una generación de Caín en nuestras iglesias. Crecieron en nuestras Escuelas Dominicales. Aceptan y viven cristianismo como "la religión de la familia", y nada más. ¿Serán capaces de apreciar la gracia sin haber tenido que luchar por su fe?

¿Es Jesús nuestro Salvador personal o es El Dios de nuestros padres? Respondamos en lo más íntimo de nuestro ser y reaccionamos ante Su Gracia como se merece: Con gratitud.