Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 19 de enero de 2016
RECONOCER EL PECADO
1 Juan 1:8
"Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad."
Aquí, lo que pretendía Juan era atacar a la segunda pretensión de los falsos maestros: que la gente no tenía tendencia natural hacia el pecado, que tenían pecado, pero que por medio de esfuerzos humanos naturales, podían renunciar a Él.
Los falsos maestros de ese tiempo se negaron a tomar en serio el pecado. Ellos querían ser considerados cristianos, pero no vieron la necesidad de confesar y arrepentirse. La muerte de Cristo no significaba mucho para ellos, ya que no les hizo pensar que la necesitaban.
En lugar de arrepentirse y ser purificados por la sangre de Cristo, fueron alentadores del pecado entre los creyentes. En esta vida estaremos siempre propensos a fallar y pecar, por lo que no debemos bajar la guardia.
Reconozcamos nuestro pecado y alejémonos. Es lo mejor que podemos hacer.
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