sábado, 30 de enero de 2016

SU ARCO EN LAS NUBES...



Génesis 9:1
"Entonces Dios bendijo a Noé ya sus hijos, y les dijo: 'Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra.'"


Diciembre de 2004 y marzo de 2011: El tsunami asiático y el terremoto de Japón. Los socorristas dijeron que los sobrevivientes requerirían orientación psicológica prolongada para ayudar a lidiar con el trauma sufrido. ¿Qué hay de Noé? Había vivido a través del juicio de Dios. Sólo su familia permaneció con vida. ¿Quién le ayudaría a seguir adelante?

Dios estaba allí para Él. Empezó todo otra vez con Noé con la misma bendición que una vez le dio a Adán. A continuación, se produjo una nueva regla de 'no matarás'. Noé necesitaba saber que Dios valoraba (y valora) la vida en gran medida. El diluvio no era de un Dios caprichoso jugando con el hombre enclenque sólo para mostrar sus poderosos despliegues. Esto debería haber consolado Noé.

¿Tendrían Noé y su familia que ir al arca cada vez que llovía? ¿Le temerían a las aguas y comenzarían a rendir homenaje a los mares? El Dios Creador de Noé entendió estas ansiedades. Así que les dio un pacto, 'No va a suceder de nuevo.' ¿Todavía dudoso, Noé? ¿Qué tal una señal? Un arco iris, provocado por las gotas de lluvia, sería justo. Dios con atención ministró las necesidades emocionales de Noé, sus miedos internos y ansiedades ocultas.

La terapia de Dios debería haber sido suficiente para que Noé siguiera adelante. Sin embargo, él buscó escapar de la realidad a través del abuso de alcohol. Él perdió su dignidad y se desquitó con comida. Movimiento en falso, Noé, porque la humanidad fue creada para depender de Dios en todas sus necesidades.

Reflexionar hoy sobre las cicatrices emocionales en nuestras vidas y dejemos a Dios que nos ayude a lidiar con ellas. Aunque la tempestad y la tormenta hayan durado mucho, veamos que pronto saldrá el arco iris...

No hay comentarios:

Publicar un comentario