Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 2 de enero de 2016
FE QUE OBRA
Santiago 2:18
"Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.»
Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras."
A primera vista, este versículo parece contradecir Romanos 3:28: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley." Investigación más profunda, sin embargo, muestra que las enseñanzas de Santiago y Pablo no están reñidas.
Si bien es cierto que nuestras buenas obras nunca pueden ganar la salvación, la fe verdadera siempre resulta en un cambio de vida y en buenas obras. Pablo habla en contra de aquellos que tratan de ser salvados por obras en lugar de la verdadera fe; Santiago habla en contra de aquellos que confunden asentimiento intelectual con verdadera fe.
Después de todo, incluso los demonios saben quién es Jesús, pero ellos no le obedecen...
La verdadera fe implica un compromiso de todo nuestro ser a Dios. Ese compromiso resulta en obras que muestran la bondad y el amor de Dios.
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