sábado, 23 de enero de 2016

UN DIOS CREADOR



Génesis 1:2-3
La tierra era un caos total,
las tinieblas cubrían el abismo,
y el Espíritu de Dios iba y venía
sobre la superficie de las aguas.
Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!»
Y la luz llegó a existir.


¿Por qué Dios toma seis días para terminar de crear el universo? Seguramente el Todopoderoso podría haberlo hecho en un instante. Miremos el día 1: Él hizo la luz y después instituye el día y la noche Después de eso, nada. Todo lo que Él creó el día 2 fue el cielo. ¿Esto parece tan lento para nosotros?

Dada la oportunidad, las personas ocupadas de hoy hubieran exprimido todo en treinta minutos de trabajo. "El tiempo es dinero." "El mundo es muy competitivo." "La inactividad y la improductividad pertenecen a los perezosos." "Estos no pueden ir muy lejos en la vida." ¿Te suenan esas frases? Las personas capaces y exitosas suelen ser adictas al trabajo y estar frenéticamente ocupadas.

Pero nuestro Creador no tenía prisa. Se tomó el tiempo para admirar su obra. Cada artículo tenía un propósito en su plan general. Con satisfacción, los bendijo y declaró cada parte buena. En su tiempo, el vacío del versículo 2 se transformó en la magnífica obra gloriosa del versículo 31. Luego descansó.
 

Aprendamos de nuestro Dios, nosotros que constantemente sufrimos del síndrome de "No tengo tiempo". Tomémonos un tiempo para descansar, para admirar la obra de Sus manos, para pasar con la familia.

Que el Dios que lo creó todo y descansó nos ayude a ser productivos, a admirar y disfrutar del trabajo... y también del descanso.

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