Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 27 de noviembre de 2019
POR GRACIA
Efesios 2:8-9
"Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte."
Satanás, el gran engañador, se vistió como una serpiente, una de las buenas criaturas de Dios, y se dispuso a engañar a Adán y Eva para que desobedecieran a su Dios bueno y amable. Después de crear a Adán y Eva, Dios les había dicho que no comieran del fruto de cierto árbol en el Jardín del Edén. Pero Satanás sugirió que Dios no estaba siendo honesto cuando advirtió sobre los resultados de comer la fruta prohibida. La táctica del gran engañador tuvo éxito, y Adán y Eva rechazaron voluntariamente a Dios y su promesa de vivir juntos en el jardín.
Incluso antes de que Adán y Eva pecaran, Dios tenía un plan para que las personas volvieran a tener una relación con Él. Cuando reemplazó su ropa de hojas de higuera con pieles de animales, señaló algo importante: tomaría la sangre de otro para cubrir los pecados de la humanidad. El plan de Dios comenzó con la fundación de una nueva nación a través de la cual se revelaría a sí mismo y su plan para restaurar a la humanidad. Durante más de 1,600 años, cada historia bíblica del pueblo escogido de Israel apuntaría a la llegada de la solución.
La solución de Dios al problema del pecado se completó mediante el sacrificio de su Hijo.
Aquí está la decisión que una persona debe tomar desde el corazón, colocada en una oración de aceptación a Dios.
Querido Dios, no puedo, pero tú puedes.
Yo creo en Jesús, quien es Dios. Creo que murió y resucitó de entre los muertos. Pongo mi fe en Cristo para ponerme a cuentas contigo y darme vida eterna. No tengo otro plan que tener fe y confiar en ti.
Hoy estoy haciendo un giro de 180 grados y apuntando mi vida hacia ti. Ya no huiré de ti, sino hacia ti.
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