Miqueas 6:8
"¡Ya se te ha declarado lo que es bueno!
Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
Practicar la justicia,
amar la misericordia,
y humillarte ante tu Dios."
Estas hermosas y famosas palabras del profeta Miqueas describen las simples expectativas que Dios tiene de su pueblo: “Actuar con justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios” (Miq 6: 8). Estas cualidades del corazón que llevan a una vida que agrada a Dios han resistido la prueba del tiempo porque reflejan el corazón de Dios mismo. A lo largo de la historia de su interacción con su pueblo, Dios ha anhelado que ellos recuerden su bondad y generosidad para con su pueblo y que vivan en respuesta a todo lo que saben acerca del Señor.
Jesús confrontó a los líderes religiosos de su época, los maestros de la ley y los fariseos, por convertir la adoración en una labor penosa y por hacer exteriormente todas las cosas correctas pero descuidar interiormente mostrar justicia y misericordia. Los criticó duramente, llamándolos “hipócritas” y “guías ciegos” (Mt 23:23-24). Dios desea que su pueblo camine humildemente con Él, porque al caminar con Él, se vuelven más como Él. Jesús es el camino (Jn 14: 6). Él es el que vino a servir, no a ser servido (Mc 10:45). Cuando una multitud le preguntó qué tipo de obras requiere Dios, simplemente respondió: “La obra de Dios es esta: creer en el que ha enviado” (Jn 6:28-29). Cuando el pueblo de Jesús lo sigue con todo su corazón, desarrolla un corazón como el suyo, un corazón compasivo y rápido para hacer justicia.
Jesús, gracias por simplificar algunas cosas. Ayúdame a actuar con justicia, a amar la misericordia y a caminar humildemente contigo. Quiero un corazón como el tuyo. Amén.