Juan 19:30
"Al probar Jesús el vinagre, dijo:
—Todo se ha cumplido.
Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu."
“Consumado es”: una oración simple, compuesta de solo dos palabras simples, pero el significado de esta oración tiene consecuencias eternas para miles de millones de personas. Cuando Jesús declaró: “Consumado es”, indicó que su obra de salvación estaba consumada; que había pagado el precio completo por nuestros pecados. La cruz es mucho más que un hombre que soporta el dolor y el sufrimiento; se trata de mucho más que un hombre abandonado por sus amigos y familiares. La cruz se trata de Jesús, el eterno Hijo de Dios, abandonado por su Padre.
Jesús, quien siempre había sido uno con el Padre, estaba dispuesto a venir a la tierra e identificarse con pecadores como nosotros. Incluso estuvo dispuesto a convertirse en nuestro pecado (2 Corintios 5:21), para que en la cruz pudiera morir en nuestro lugar. En la cruz, le fue puesto el castigo infernal que merecíamos; de buena gana soportó la ira de Dios para liberarnos.
El profeta Isaías dice de Él: "Tú que has bebido de la mano del SEÑOR el cáliz de su ira, tú que has bebido hasta las heces el cáliz que hace tambalear a la gente" (Isa 51:17) - esto es lo que hizo Jesús en la cruz por todos los que creen en Él. ¡Nuestros pecados han sido pagados y la obra de redención está, gloriosamente, “consumada”!
Jesús, me estremezco al pensar que te convertiste en mi pecado. Es inimaginable lo que debiste haber soportado para terminar esta pelea por nosotros. Gracias, Salvador. Amén.
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