domingo, 19 de septiembre de 2021

CONFESIÓN Y ADORACIÓN


 

Nehemías 9:1-3

"El día veinticuatro de ese mes los israelitas se reunieron para ayunar, se vistieron de luto y se echaron ceniza sobre la cabeza. 

Habiéndose separado de los extranjeros, confesaron públicamente sus propios pecados y la maldad de sus antepasados, y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de la ley del Señor su Dios, y en las tres horas siguientes le confesaron sus pecados y lo adoraron."


Los israelitas muestran estos actos externos de forma genuina. No se ve una intención puramente para llamar la atención. Vemos que realmente están arrepentidos de sus pecados, que asumen la responsabilidad y que están dispuestos a vivir una vida de adoración a Dios.


Durante nuestra vida, estamos propensos a hacer algún tipo de acciones únicamente "por cumplir". O para que los demás nos vean. Lo importante no es de ninguna manera la demostración pública de arrepentimiento y adoración, sino nuestra actitud en privado. Si realmente estamos arrepentidos, no vamos a seguir pecando deliberadamente, ya que nuestro amor por Dios es más grande que el placer efímero que provoca el pecado.


El día de hoy hagamos una pausa para confesar, para reconocer, asumir responsabilidades y adorar a Dios. Tomemos ejemplo del pueblo arrepentido de Israel. No necesitamos un cautiverio o destierro. Adoremos y volvámonos a Dios HOY.

 

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