miércoles, 8 de septiembre de 2021

LA ORACIÓN DE DANIEL


 

Daniel 9:3

"Entonces me puse a orar y a dirigir mis súplicas al Señor mi Dios. Además de orar, ayuné y me vestí de luto y me senté sobre cenizas."


¿Qué está haciendo Daniel acá? Según el contexto del capítulo, Daniel logra entender las profecías de Jeremías y entiende que la desolación de Jerusalén duraría 70 años. Su corazón se estremece y vemos un modelo de una bella oración en todo el capítulo. Daniel siente un pesar por su pueblo, se podría decir que tiene el corazón de Dios, esa empatía que también tienen aquellos que tienen pasión por las almas, los evangelizadores natos que logran amar a las personas como Dios lo hace.


Daniel estaba en plena confesión de sus pecados personales y los de su pueblo, cuando recibe la visita del ángel Gabriel. Nuestra actitud no deja indiferente a Dios, podemos tener la certeza de que Él va a manifestarse a nosotros cuando vea la sinceridad de nuestro corazón. Aún con nuestros errores y pecados, Él ve el arrepentimiento genuino y es capaz de respondernos de formas tan bellas e inolvidables.


El día de hoy, pidamos a Dios que nos permita tener el corazón de Daniel, esa actitud de querer agradarlo, de confesar nuestro pecado y de pedir por nuestro pueblo que se muere por estar alejado de Dios. Él, como siempre, responderá a nuestro clamor y se manifestará de una forma nueva a nuestra vida.

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