martes, 7 de septiembre de 2021

EL PERDÓN ES PARA TODOS


 

Daniel 4:27

"Por lo tanto, yo le ruego a Su Majestad aceptar el consejo que le voy a dar: Renuncie usted a sus pecados y actúe con justicia; renuncie a su maldad y sea bondadoso con los oprimidos. Tal vez entonces su prosperidad vuelva a ser la de antes»."


El rey Nabucodonosor representa en la Biblia a aquel que está en contra de Dios. Alguien malvado, ruin, lo peor con lo que uno se pueda encontrar... Y Daniel lo invita a arrepentirse de sus pecados y a actuar con justicia. ¡Daniel es todo un evangelista!


Si alguien tan malvado y tan terriblemente icónico como Nabucodonosor tiene aún esperanzas de que al arrepentirse se le perdonen sus pecados. ¿Qué significa este conocimiento para ti y para quienes te rodean? Muchas veces pensamos que lo que hemos hecho es demasiado malo, que "No tenemos solución", que "No somos lo suficientemente limpios para acercarnos a Dios".

Ya lo dijo Jesús: "No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos". Pero un enfermo no se sana sólo porque sí. Necesita reconocer u enfermedad y acudir con un médico para que lo sane. Así es con nosotros. Tenemos que reconocer nuestro pecado, arrepentirnos de él, apartarnos de él y volver a la senda. Si hay esperanzas para Nabucodonosor, ¿No lo habrá para ti también?


Señor, gracias por otra oportunidad. Perdóname, cámbiame, sálvame. No soy nada sin ti. Me arrepiento genuinamente de mi pecado y me propongo firmemente no pecar más. Ten misericordia y sálvame. En el nombre de Jesús, amén.


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