jueves, 10 de abril de 2014

CON RAZÓN LO LLAMAN EL SALVADOR


Mateo 9:36
"Al ver a las multitudes, sintió compasión de ellas, porque eran como ovejas desamparadas y dispersas que no tienen pastor."


No lo puedo comprender. 
Sinceramente, no puedo.

¿Por qué Jesús murió en la cruz?

Ah, ya sé, ya sé. He oído las respuestas oficiales:

«Para satisfacer la Ley antigua».
«Para cumplir las profecías».

Y estas respuestas son correctas. 
En verdad, lo son.

Pero hay algo más aquí. 
Algo muy compasivo. 
Algo de añoranza. 
Algo personal.

¿Qué es?

¿Será que se le partió el corazón al ver a toda aquella gente que en medio de la desesperación miraba hacia el entenebrecido cielo y gritaba el mismo «Por qué»?

¿Tendría el corazón destrozado por el dolor?

Me lo imagino, inclinándose ante los que sufrían. Me lo imagino escuchando. Veo sus ojos nublarse y una mano agujereada limpiando una lágrima…

...Aquel que también estuvo solo, comprende.

Extracto del libro "Con razón lo llaman el Salvador"

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