DIOS DE EMPATÍA

2 Samuel 22:26-28
"»Tú eres fiel con quien es fiel,
    e irreprochable con quien es irreprochable;
sincero eres con quien es sincero,
    pero sagaz con el que es tramposo.
Das la victoria a los humildes,
    pero tu mirada humilla a los altaneros."
   
Dios acepta a todos sin importar su época de vida o el estado de su madurez. Él no es un Dios "genérico" para todos, sino que nos conoce por dentro y por fuera: "El Señor tiene compasión de los que le temen; porque Él sabe cómo estamos formados, recuerda que somos polvo”(Salmo 103:13-14).

Si nos acercamos a Dios con humildad, Él responderá con compasión, pero si llegamos a Él orgullosos o pensando que estamos en lo correcto y que todos los demás están equivocados, entonces nos humillará.

Los fariseos vinieron a Jesús orgullosos, y Él presionó con fuerza contra ellos. Por otro lado, la mujer atrapada en el adulterio vino a Jesús con humildad, y Él la perdonó con amabilidad.

Tengamos cuidado de cómo nos acercamos a las cosas de Dios, porque Él es santo. Eclesiastés 5:1-2 nos dice: “Guarda tus pasos cuando vayas a la casa de Dios. Acércate para escuchar en lugar de ofrecer el sacrificio de los tontos, que no saben que hacen mal. No te apresures con tu boca, no te apresures en tu corazón a decir nada ante Dios. Dios está en el cielo y tú en la tierra, así que deja que tus palabras sean pocas.

Oración: Señor, gracias por recordarme tu santidad. Tengo el privilegio de relacionarme contigo en honor y temor. Eres un Dios grandioso e impresionante, pero eres misericordioso y amable. Gracias por permitirme aprender tus formas para poder cooperar contigo cada día.