jueves, 12 de septiembre de 2019

SUMO SACERDOTE


Hebreos 7:27
"A diferencia de los otros sumos sacerdotes, él no tiene que ofrecer sacrificios día tras día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque él ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo."



Una cualidad final en los versículos 7:26-28 de la carta a los Hebreos distingue a Jesús como superior a los sumos sacerdotes del antiguo pacto: Él es "santo, sin mancha, puro, apartado de los pecadores" (Hebreos 7:26; ver Hebreos 4:15 y 9:14) en contraste con su "debilidad" (Hebreos 7:28) y su necesidad de ofrecer sacrificios "primero por los propios pecados, y luego por los pecados del pueblo"


Que Jesús es "exaltado sobre los cielos" (Hebreos 7:26) prepara el camino para el tema de los capítulos 9-10: Él es el sumo sacerdote celestial de un nuevo orden. Además de su completa santidad, en la cual Él es "a diferencia de los otros sumos sacerdotes" (Hebreos 7:27), Jesús "no necesita ofrecer sacrificios día tras día" (Hebreos 7:27). Su único sacrificio es completamente efectivo: "de una vez por todas ... se ofreció a sí mismo" (versículo 27; compárese con Hebreos 7: 23– 24). 

La frase "una vez para siempre" denota "una vez para siempre, nunca se repetirá", no "una vez para todas las personas". ¡Démosle adoración a nuestro Sumo Sacerdote!

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