sábado, 31 de agosto de 2019

JUSTICIA EN LOS SALMOS




Salmos 56:4
"Confío en Dios y alabo su palabra;
    confío en Dios y no siento miedo.
    ¿Qué puede hacerme un simple mortal?"

       
Los salmos son canciones para Dios. Fueron recopilados durante muchos años y se convirtieron en el himnario de Israel. Traen adoración debido a la presencia de Dios, toda la vida, no solo las partes espirituales. Todas las circunstancias de la vida y todas las emociones (deleite, agradecimiento, horror, furia) son llevadas a la adoración.

Estos poemas profundamente emocionales tienen un tema: la lucha por arreglar el mundo. Los salmistas alaban a Dios por sus poderosas obras de justicia, y le suplican a Dios: "Sálvame del mal". "Ven y juzga al mundo". "Arregla las cosas". Los Salmos nos enseñan a orar por todo. Sobre todo, nos enseñan a orar por la justicia.

Debido a la preocupación de Dios por la justicia, muchos salmos hablan de proteger los derechos de los pobres, defender a los vulnerables y protegerlos de la violencia (que casi por definición es que los fuertes atacan a los débiles). Los alborotadores, mentirosos y tramposos son llamados a cuentas. Para los escritores de salmos, el juicio no es algo que temer; más bien, es algo por lo que orar y soñar, porque Dios juzga con justicia.

Los Salmos son el diario emocional y espiritual del pueblo de Dios que lucha contra enemigos malvados. Altas y bajas dramáticas vuelan en casi todas las páginas. A veces, dentro de un solo poema, el salmista pasa de la serenidad a la ansiedad extrema y regresa nuevamente. Anhela un refugio, una "fortaleza".

La justicia de Dios se extiende más allá de los problemas del salmista, más allá de la vida de Israel, hacia un gran futuro para todo el mundo. "Todas las naciones" están destinadas a cantar la alabanza de Dios; "Todas las naciones" algún día serán contadas como el pueblo de Dios. Esto también es justicia: las bendiciones que Dios le prometió a Abraham para todo el mundo.

Sin embargo, entienden que Dios está trabajando para arreglar un mundo violento e injusto. Los Salmos nos despiertan y amplían nuestras mentes y sentimientos. Nos enseñan a orar por los débiles y los vulnerables. Nos enseñan a orar como los débiles y los vulnerables. Nosotros también podemos cantar las canciones de  justicia.

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