Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 12 de abril de 2016
SANTIDAD
Levítico 19:2
"Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: “Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo."
A nadie le gustan los hipócritas. Sin embargo, todos tenemos algo de hipócrita al acecho dentro de nosotros. El peligro es mayor en algunas culturas donde la franqueza y la transparencia son mal vistas.
"Sed santos porque yo, el Señor tu Dios, soy santo". Las contradicciones y mezclas indebidas no tienen lugar en la economía de Dios. A los israelitas se les recordó a mantener su alianza con Dios y separarse de los paganos y sus costumbres (vs 26-29).
Las advertencias contra la hipocresía, otro tipo de contradicción a la santidad, se destacan en este capítulo. Elementos obvios que caen en esta categoría incluyen el robo, la mentira, el engaño (uno puede engañar sin contar técnicamente como una mentira), jurar en vano, defraudar, pervertir la justicia, calumniar y el usar medidas deshonestas. La lista continúa. Los padres que no respetan que son los representantes de Dios, que hablan mal de sus propios familiares, de vecinos o de amistades en general enfrente de sus hijos, los que no hacen lo que dicen, etc...
Los versículos 18 y 34 forman la parte central del capítulo. También puede ser traducido como: "Ama a tu vecino que es como tú eres y al extranjero que vive contigo". Si no amamos a alguien a quien Dios ha creado, ¡Decir que lo amamos a Él es sin duda hipocresía!
Oración: Santo Dios, que tu luz alumbre, exponga y expulse las contradicciones ocultas en mi corazón. Toda forma de hipocresía no la quiero en mi vida, quiero ser santo como Tú lo eres. En el nombre de Jesús, amén.
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