Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 6 de abril de 2016
UN NUEVO PACTO
Hebreos 8:6
"Pero ahora Él ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas."
Los sacerdotes ofrecían sacrificios, ya que eso fue prescrito en el antiguo pacto. Pero ese pacto no era lo suficientemente bueno para la salvación de las almas. Con un nuevo pontífice se deduce que es necesario que haya un nuevo pacto. Jesús no se limita a hacerse cargo de hacer lo que hicieron los demás sacerdotes. Los términos de la relación entre Dios y nosotros han cambiado luego de la llegada de Jesús.
Esta nueva relación se predijo 600 años antes por Jeremías cuando los judíos habían roto su pacto con Dios una y otra vez. Ellos habían estado en el borde de la destrucción. La profecía de Jeremías en Jeremías 31: 31-34 es citado aquí en la epístola de los Hebreos.
En esencia, Dios les dijo que ya no sería necesario que a las personas se les enseñara a mantener un conjunto de reglas. Él escribirá su ley en los corazones humanos. No se puede hacer a "buenas personas" si continuamente hay que decirles lo que tienen o no tienen que hacer. La religión organizada trata de hacer esto precisamente, reducir a Dios a un conjunto de reglas que, si seguimos estrictamente, lo podemos alcanzar, pero hay una declaración mucho más certera que ésta:
Sólo Jesús salva.
A pesar de que Dios se olvida de nuestro pecado, ¿Hemos dejado verdaderamente nuestros malos caminos hasta ahora? ¿Hemos abandonado la maldad? ¿Han sido suficientes los esfuerzos de la religión por mantenernos libres de pecado? Sólo Jesús salva. Sólo Él. Vivamos en el nuevo pacto y por amor a Él abandonaremos la maldad.
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