Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 23 de septiembre de 2016
CONFIRMAMOS LA LEY
Romanos 3:31
"¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley."
Cuando el creyente es adoptado por la familia del Señor, su relación con el viejo Adán y la ley ya no lo ata al pecado; ya está bajo una nueva regla, y un nuevo pacto. Creyente, tú eres hijo de Dios; es tu primer deber el obedecer a tu Padre celestial. Ya no eres esclavo del pecado, eres un hijo amado.... ¿Eso significa que ya no debes obedecer la Ley? ¡No! Pero ya no lo haces porque tienes que hacerlo, lo haces por amor.
Confirmamos la ley de Dios cuando no adoramos otros dioses porque Jehová es todo lo que necesitamos. Confirmamos la ley cuando no hacemos nada que pueda ofender a nuestro prójimo: Las mentiras, el asesinato, el codiciar sus bienes, etc... Y no lo hacemos por temor al castigo de la ley, sino porque amamos a Dios.
El nuevo pacto de la gracia no viene a anular la ley, sino a darle perfecto significado. Lo que hacemos o dejamos de hacer no es por el temor al castigo o a las consecuencias penales, sino porque hemos comprendido que el amar a Dios y al prójimo es algo que Jesús vino a modelar, así que como seguidores de Cristo e hijos de Dios es lo mínimo que debemos hacer también.
Que la gracia y el amor de Dios nos ayuden a cumplir la ley, no como obligación, sino por amor. ¡Así sea!
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