viernes, 30 de septiembre de 2016

VER LO ETERNO



2 Corintios 4:18
"No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."


En nuestra peregrinación cristiana es así, la mejor parte es la que nos espera y lo que no se ve. Adelante se encuentra la corona, adelante es la meta. Ya se trate de esperanza, de alegría, de consuelo, o de verdadero amor, el futuro debe, después de todo, ser el objetivo de nuestra mirada de fe. 


Mirando hacia el futuro, vemos al pecado ser destruido, igual que la muerte y el dolor, el alma se perfecciona, y se está en condiciones de ser partícipe de la herencia de los santos en la luz. La idea de este futuro bien puede aliviar la oscuridad del pasado, y la penumbra de la presente. Las alegrías del cielo seguramente compensarán las penas de la tierra. Encontrar un refugio dentro de lo desesperante que puede ser nuestra situación es motivo suficiente para seguir adelante. No importa lo que estás viviendo ahora, todo eso pasará. 

Sigue adelante, no desmayes. Recuerda que lo mejor está por venir, no te enfoques sólo en lo que ves. Lo mejor es lo que aún no vemos.


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