jueves, 16 de febrero de 2017

CARGAR CON LA CRUZ




Lucas 23:26
"Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús."


Vemos en Simón llevar la cruz un cuadro de la obra de la Iglesia a través de todas las generaciones. Ella es la portadora de la cruz después de Jesús. Jesús no sufre para excluir tu sufrimiento. Él lleva una cruz, no para que puedas escapar de ella, sino para que la soportes. Cristo te exime del pecado, pero no del dolor. Recuerda eso cuando te toque sufrir. Pero consolémonos con este pensamiento, que en nuestro caso, como en el de Simón, no es nuestra cruz, sino la cruz de Cristo que llevamos. Cuando te molesten por tu fe, cuando por no tener un vicio tengas un juicio de crueles burlas sobre ti, entonces recuerda que no es tu cruz, es la cruz de Cristo... ¡Y cuán delicioso es llevar la cruz de nuestro Señor Jesús!

Llevas la cruz tras Él. Tienes compañía bendita. Tu camino está marcado por las huellas de tu Señor. La marca de su hombro rojo sangre está sobre esa pesada carga. Es su cruz, y va delante de ti como un pastor va delante de sus ovejas. Toma tu cruz todos los días y síguelo.

No olvides, también, que llevas esta cruz en sociedad. Algunos opinan que Simón sólo llevaba un extremo de la cruz, y no toda. Eso es muy posible. Cristo pudo haber llevado la parte más pesada, contra la viga transversal, y Simón pudo haber llevado el extremo más ligero. Ciertamente es así contigo... tú llevas solamente el final ligero de la cruz, Cristo ya llevó el extremo más pesado.

Y recuerda, aunque Simón tuvo que soportar la cruz por un rato, le dio un honor duradero. Aun así la cruz que llevamos es sólo por un poco de tiempo como mucho, y entonces recibiremos la corona, la gloria. Soportemos con valor y esperanza que un día todo eso será recompensado, gracias a Aquel que ya pagó por nuestros pecados. ¡Aleluya!

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