domingo, 7 de enero de 2018

"ÉSTE RECIBE A LOS PECADORES"



Lucas 15:2
"Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come."


Observa cuidadosamente este hecho. Este Hombre, que se eleva sobre todos los demás hombres, santo, inofensivo, inmaculado y separado de los pecadores, este Hombre es acusado de convivir con pecadores. Este Hombre, que no es otro que el Dios eterno, ante el cual los ángeles cubren sus rostros, este Hombre recibe a los pecadores. Necesitamos conocer un idioma angelical para describir una poderosa inclinación de amor. 


Cualquiera de nosotros debería estar dispuesto a buscar lo perdido, pero no es nada maravilloso; incluso el convivir con los de nuestra propia raza que están alejados de Dios; pero que Él, el Dios ofendido, contra quien se ha cometido la transgresión, haya tenido que tomar la forma de un siervo, y llevar el pecado de muchos, y que haya estado dispuesto a recibir al más vil de los viles, esto es maravilloso.

"Este hombre recibe a los pecadores". Los recibe para que pueda perdonar sus pecados, justificarlos, limpiar sus corazones por su palabra purificadora, preservar sus almas por la vida en el Espíritu Santo, y capacitarlos para que puedan tener comunión con Él. En el amor de su corazón, Él recibe a los pecadores, los saca del estiércol, y los usa como joyas en su corona; los arranca como marcas de la quema y los conserva como monumentos costosos de su misericordia. Ninguno es tan precioso a los ojos de Jesús como los pecadores por quienes murió. 


Cuando Jesús recibe pecadores, no tiene un lugar de recepción al aire libre, ni una sala informal donde los entretiene caritativamente como los hombres hacen con los mendigos, sino que abre las puertas doradas de su corazón real, y recibe al pecador en su propia morada celestial. 

¡Nunca hubo una recepción como esta! Lo impactante de todo esto es que Él todavía está recibiendo pecadores, sigue conviviendo con ellos. ¿Estás listo para acercarte a Él?

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