Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 16 de enero de 2018
FE Y SANTIDAD
Gálatas 5:25
"Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu."
Una cosa importante en nuestra vida es caminar en fe. Quien lo comprenda correctamente no está lejos de ser un maestro en teología experimental, ya que es un punto vital para un cristiano. Nunca encontrarás la verdadera fe desatendida por la verdadera piedad; por otro lado, nunca descubrirás una vida verdaderamente santa que no tiene como raíz una fe viva sobre la justicia de Cristo. ¡Ay de aquellos que buscan uno sin el otro! Hay algunos que cultivan la fe y olvidan la santidad; y hay otros que han forzado la santidad de la vida, pero han negado la fe, como los fariseos de la antigüedad, de quienes el Maestro dijo que eran "sepulcros blanqueados".
Debemos tener fe, porque esta es la base; debemos tener santidad de vida, porque esta es la superestructura. Todos queremos una casa para que nos cubra, así como una base para esa casa. Aun así, necesitamos la superestructura de la vida espiritual si queremos tener consuelo en el día de la duda. Pero no busques una vida santa sin fe, porque eso sería erigir una casa que no puede permitirse un refugio permanente, porque no tiene fundamento sobre una roca. Deja que la fe y la vida en santidad se unan, y, como los dos pilares de un arco, harán que nuestra piedad perdure.
Al igual que la luz y el calor que fluyen del mismo sol, están igualmente llenos de bendición. Como los dos pilares del templo, son la gloria y la belleza. Son dos arroyos de la fuente de la gracia; dos lámparas encendidas con fuego sagrado; dos olivos regados por el cuidado celestial. Oh Señor, concédenos la capacidad y la confianza para llevar una vida en santidad, fundamentada en la fe en tí. Así sea.
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