domingo, 21 de enero de 2018

SIEMBRA TU SEMILLA



Eclesiastés 11:6
"Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno."

 

Esta Palabra tiene muchas aplicaciones. Podemos sembrar el evangelio en la "mañana" de la vida, y cosechar de esa siembra ya entrada la noche, pero eso no significa que hagamos reposar nuestra mano después. No sabemos qué tipo de relevancia eterna tendrán nuestras palabras, tanto si las decimos en la mañana de la vida, o en la noche. No debemos descansar cuando de hablar del evangelio se trata, cualquier momento es bueno y oportuno para aprovechar y llevar a otros a los pies de Cristo.

A veces creemos que ya "hemos cumplido". Si tenemos amigos y conocidos que no conocen al Dios de la Biblia, pensamos: "Alguien más lo hará". Pero la verdad es que si Dios los puso en nuestro camino es porque espera que nosotros podamos llevar el mensaje de salvación. No importa si hemos llevado a una oración de fe a cientos de personas, a algunas pocas, a una.. o a ninguna. Siempre es un buen momento para presentar el evangelio, para contar nuestro testimonio y para ofrecer a otros la oportunidad de creer en Jesús.

Que siempre tengamos ese deseo de no reposar nuestra mano, sino de hablar, de testificar y de provocar que otros tomen la decisión de seguir a Cristo, ciertamente es lo mejor en lo que podemos aprovechar nuestra vida. ¿Si lo hemos hecho antes o no? No importa, en cualquier momento es bueno.

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