Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 22 de febrero de 2018
EXTRAÑA ELECCIÓN
Números 12:1
"María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita."
Extraña la elección de Moisés, pero ¡cuánto más extraña es la elección de aquel que es un profeta como Moisés, y más grande que Él! Nuestro Señor, que es justo como el lirio, ha entrado en unión matrimonial con alguien que lo ha ofendido, que era incluso su enemigo. Es la maravilla que el amor de Jesús se establezca sobre hombres pobres, perdidos y culpables. Cada creyente debe, cuando está lleno del amor de Jesús, sentirse abrumado por el asombro de que tal amor sea prodigado a un objeto tan indigno de Él.
Sabiendo de nuestra culpabilidad, infidelidad e indiferencia, somos disueltos en agradecida admiración por la inigualable libertad y soberanía de la gracia. Jesús debe haber encontrado la causa de su amor en su propio corazón, no podría haberlo encontrado en nosotros, porque no está allí. Incluso desde nuestra conversión hemos sido desobedientes, aunque la gracia nos ha hecho atractivos. El más tierno y fiel Marido de nuestras almas, prosigue su obra misericordiosa de conformarnos a su imagen, hasta que seamos presentados delante de Él sin manchas, ni arrugas, ni nada por el estilo.
Moisés se encontró con la oposición debido a su matrimonio, y tanto él como su cónyuge fueron objeto de murmuraciones. ¿Podemos preguntarnos si este mundo vano se opone a Jesús y a su esposa, y especialmente cuando los grandes pecadores se convierten? Porque este es siempre el motivo de objeción del fariseo: "Este hombre recibe a los pecadores".
Pues doy gloria a Dios porque los recibe, porque si no fuera así, no me hubiera recibido a mi.
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