Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 11 de febrero de 2018
FRUTOS DE AMOR PARA ÉL
Cantares 7:13
"Las mandrágoras han dado olor,
Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas,
Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado."
La esposa desea dar a Jesús todo lo que ella produce. Nuestro corazón tiene "toda clase de frutas agradables", tanto "viejas como nuevas", y están guardadas para nuestro Amado. Examinemos lo que tenemos hoy para darle. Es cierto que tenemos siempre nuevas formas de agradecer a Dios, el nuevo día, la bendición de un nuevo trabajo, salud, etc... pero también tenemos frutos de antes. Tenemos nuestra primera fe: esa fe simple mediante la cual, al no tener nada, nos convertimos en poseedores de todas las cosas.
Tenemos ese gozo cuando conocimos al Señor por primera vez: revivámoslo. Tenemos nuestros viejos recuerdos de las promesas. ¡Qué fiel ha sido Dios! En la enfermedad, ¡cuán suavemente hizo que nuestra cama fuera menos pesada! En aguas profundas, ¡cuán plácidamente nos alentó! En el horno de fuego, cuán gentilmente Él nos liberó. Viejos frutos, tenemos muchos de ellos, porque sus misericordias han sido más que los cabellos de nuestra cabeza.
Tenemos frutos, esta mañana, nuevos y viejos; pero este es el punto: todos están guardados para Jesús. Dejemos que nuestros muchos frutos sean guardados solo para nuestro Amado; que no nos avergüence mostrarlos a los demás. ¡Que todo nuestro agradecimiento, toda nuestra vida sea para Jesús, oh Jesús, nuestro Amado!
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