martes, 24 de julio de 2018

HIJOS SUYOS



Deuteronomio 32:5
"La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha,
Generación torcida y perversa".

¿Cuál es el lugar secreto que infaliblemente identifica al hijo de Dios? Es vana presunción decidir esto según nuestro propio juicio; pero la palabra de Dios nos lo revela, y podemos pisar seguramente donde tenemos revelación para ser nuestra guía. Ahora, se nos dice acerca de nuestro Señor, "a todos los que le recibieron, les dio poder para llegar a ser hijos de Dios, incluso a todos los que creen en su nombre". Entonces, si he recibido a Cristo Jesús en mi corazón, soy un hijo de Dios. 


Esa recepción se describe en el mismo versículo como creer en el nombre de Jesucristo. Si, entonces, creo en el nombre de Jesucristo, es decir, simplemente desde mi corazón confío en el Redentor crucificado, pero ahora exaltado, soy un miembro de la familia del Altísimo. Cualquier otra cosa que no tenga, si tengo esto, no importa, ya que tengo el privilegio de convertirme en un hijo de Dios. Nuestro Señor Jesús lo pone en otra forma. "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen". Aquí está el asunto en pocas palabras. Cristo aparece como pastor de sus propias ovejas, no de los demás. Tan pronto como aparece, sus propias ovejas lo perciben; confían en Él, están preparados para seguirlo; Él los conoce, y lo conocen, existe un conocimiento mutuo, existe una conexión constante entre ellos. 

Así, la marca única, la marca segura, la marca infalible de regeneración y adopción es una fe abundante en el Redentor designado. Lector, ¿tienes dudas? ¿No estás seguro de si llevas la marca secreta de los hijos de Dios? Entonces no dejes pasar ni una hora por encima de tu cabeza hasta que hayas dicho: "Búscame, oh Dios, y conoce mi corazón". A veces tomamos riesgos, a veces dejamos de lado temas relacionados con la salud, patrimonio, etc; pero sobre tu alma, tu alma que nunca muere y sus destinos eternos, te ruego que seas sincero. 

Asegúrate de tener la confianza de que pasarás la eternidad junto a Dios.

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