2 Samuel 2:4
"Entonces los habitantes de Judá fueron a Hebrón, y allí ungieron a David como rey de su tribu. Además, le comunicaron que los habitantes de Jabés de Galaad habían sepultado a Saúl."
Saúl pierde la vida y David asciende al trono. Sin embargo, han pasado siete años entre el momento en que David es originalmente llamado a ser rey y cuando finalmente es ungido en Hebrón. ¿Qué demuestra esto sobre el tiempo y la paciencia de Dios? ¿No hemos visto esta historia repetirse con Noé, Abraham, Moisés... ?
Como humanos, nosotros tendemos a desesperarnos cuando no vemos soluciones YA. Queremos que Dios actúe en nuestro tiempo, con nuestros términos, pero se nos olvida que Él ya ha visto el final desde el principio y Él sabe lo que es mejor para nosotros. El día de hoy pidamos por paciencia y fe. Esa confianza de que Dios hará lo mejor en el momento indicado: No antes, ni después.
Oración: Padre, gracias por tu amor y provisión. Ayúdame a confiar en ti, a saber que tus tiempos siempre serán mejores que los que yo pienso. Que tus caminos son mejores que los míos. Gracias por tu amor y por tu provisión siempre. Bendito seas. Amén.
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