domingo, 15 de agosto de 2021

UNGEN A DAVID


 


1 Samuel 16:12-13

"Isaí mandó a buscarlo, y se lo trajeron. Era buen mozo, trigueño y de buena presencia. El Señor le dijo a Samuel:

—Este es; levántate y úngelo.

Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá.


¿Quién elige a David para ser rey? ¿Fue su padre, sus hermanos, Samuel?


No. Fue Dios mismo. Y Él prepara todo el terreno para que David se empiece a mover dentro del palacio y las esferas del rey: Es contratado para tocar el arpa y apaciguar a Saúl, quien empieza a ser atormentado por espíritus malignos.

Dios es testigo de lo que David hace como pastor de ovejas. Nuestros actos no le son indiferentes. Lo que Él ve en nosotros en privado, lo sabe reconocer en público, y es lo que pasa con David. No pensemos que Dios se olvida de nosotros, ya hemos visto en el caso de Ana, la mamá de Samuel y ahora con David, que Él ve lo más profundo de nuestros corazones, nuestros sufrimientos y logros... y  si nuestro corazón es sincero, nos llama a su servicio.


Dios ve lo que los demás no ven. Los demás veían a los hermanos de David, grandes, guerreros, dotados. Pero Dios ve el corazón. Que el día de hoy el Señor nos encuentre agradables y nos quiera utilizar para su Reino. Así como David, que nuestra adoración privada, se convierta en elemento importante para ser aprobados por Dios. Así sea.

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