1 Samuel 23:16-17
"Jonatán hijo de Saúl fue a ver a David en Hores, y lo animó a seguir confiando en Dios.
«No tengas miedo —le dijo—, que mi padre no podrá atraparte. Tú vas a ser el rey de Israel, y yo seré tu segundo. Esto, hasta mi padre lo sabe»."
Saúl claramente está tratando de matar a David, ya sea por su propia mano o por la de otro. Pero incluso Saúl se da cuenta de que Dios está con David. ¿Qué nos enseña esto sobre la mano protectora de Dios?
Dios puede ver mejor que nosotros los peligros que corremos, pero cuando Él decide protegernos y cuidarnos ni el Rey puede tocar un sólo cabello de nuestra cabeza. En estos capítulos vemos también la increíble y linda amistad entre David y Jonatán: El mismísimo hijo de quien lo intenta matar.
Dios siempre nos dará lo que necesitamos en los días de más angustia y persecución. Siempre nos dará el consejo, fortaleza y ayuda adecuados. En nuestros amigos también podemos ver la presencia de Dios en nuestras vidas. Tomémonos un tiempo el día de hoy para agradecer a Dios por esos amigos genuinos y por su provisión en todo sentido aún en épocas oscuras.
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