1 Samuel 7:15-16
"Samuel siguió gobernando a Israel toda su vida.
Todos los años recorría las ciudades de Betel, Guilgal y Mizpa, y atendía los asuntos del país en esas regiones."
Samuel se convierte en juez. En algunas versiones de la Biblia aparece que "Samuel juzgó a Israel toda su vida". Él será el último juez de Israel y el primer profeta. Su vida ha sido muy especial desde el principio que fue consagrado a Dios por su madre Ana. Su papel no fue desempeñado por nadie más. Juez y Profeta. Él fue el encargado de ungir a Saúl, el primer Rey de Israel.
Cuando somos consagrados a Dios, Él nos hace especiales. Él tiene planes que sólo nosotros quiere que cumplamos. Es importante estar atentos a la voz de Dios así como vimos con Samuel cuando era muy niño. Ve a tu alrededor: Esas amistades, esos contactos, esos familiares... nadie más los tiene. Sólo tú. Pregúntale a Dios en qué forma puedes servirle por medio de las conexiones y las relaciones que tienes y que sólo tú posees.
Oración: Señor, quiero servirte. Háblame. Muéstrame el camino que debo seguir y las cosas que tengo que hacer para hacer de mi vida algo especial y único, donde tú seas la estrella y la atracción principal. Ayúdame a consagrar mi vida a ti en todo ámbito. En el nombre de Jesús, amén.
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