jueves, 13 de marzo de 2014

ADOPTADOS POR DIOS


Romanos 8.16
"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."



Muchas cosas suceden cuando rendimos nuestra vida a Cristo: Dios no solamente nos perdona, sino que nos adopta. Mediante una serie de acontecimientos en el ámbito espiritual, pasamos de ser huérfanos condenados a una eternidad sin Dios y sin esperanza a hijos adoptivos sin temor.

Realmente, es como si fuésemos ante el tribunal de Dios, culpables de pecado, de rebelión y de faltas. Conforme a la justicia divina, no puede dejar de considerar nuestro pecado, pero conforme a su amor no puede dejar de considerarnos a nosotros. Por eso, mediante un acto que aún deja atónito a los cielos y la tierra, se castigó a sí mismo en la cruz por tus pecados y los míos. La justicia y el amor de Dios quedaron igualmente satisfechos. Y nosotros, creación de las manos y la mente de Dios, somos perdonados.

Pero la historia no termina con el perdón de Dios…

Bastaría solo que Dios limpiara nuestro nombre, pero Él hace más. El te da su nombre. Te acepta en su familia, te da un traje nuevo y te pone un anillo en el dedo. Como padre del hijo pródigo, te invita a su banquete y prepara una fiesta. Bendito amor de Dios :")

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