«Vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar.»
Mientras Jesús sea considerado como una de tantas opciones, no es una alternativa.
Mientras puedas llevar tus cargas, no necesitas quien te las lleve.
Mientras tu situación no te produzca dolor, no recibirás consuelo. Mientras tengas la posibilidad de tomarlo o dejarlo, más vale que lo dejes, porque no es posible tomarlo a medias.
Pero cuando estés afligido, cuando llegues al punto de sentir dolor por tus pecados, cuando reconozcas que no tienes otra alternativa que echar tus cargas sobre Él, y cuando verdaderamente no haya otro nombre al que puedas invocar, echa tus cargas sobre Él, porque Él estará esperando en medio de la tormenta.
Extracto del libro "El aplauso del cielo"
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