Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 18 de marzo de 2014
NO MÁS DISCUSIONES, SINO ACEPTACIÓN
Colosenses 3.13
"Soportándonos unos a otros, y perdonándonos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la misma manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros."
La unidad entre individuos no comienza examinando a otros, sino examinándonos a nosotros mismos. La unidad comienza, no cuando exigimos que otros cambien y se amolden a nuestra forma de ser, sino cuando nosotros reconocemos que no somos perfectos y no podemos exigir perfección de los demás. La unidad comienza cuando aceptamos a los que nos rodean.
¿Remedio para las discusiones? Aceptación.
¿El primer paso hacia la unidad? Aceptación.
No es necesario estar de acuerdo en TODO, es necesaria la aceptación.
No concordancia, sino aceptación. Ni negociación, ni arbitraje, ni elaboración. Estos podrían venir más tarde, pero solo después del primer paso: aceptación.
Que Dios nos ayude a tener aceptación hacia nuestra cónyuge, nuestros hijos, nuestros padres y... hacia nosotros mismos.
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