Salmo 23.3
"Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre."
Es difícil ver cómo envejecen las cosas, y no nos acostumbramos a ello. Por ejemplo, el barrio en el que crecí está "envejeciendo". Algunas de las casas más antiguas están remendadas con madera. Algunas otras casas están cayéndose, literalmente. Algunas tiendas de abarrotes y otros negocios que en su momento albergaban a cientos de niños al salir de la escuela tienen un letrero enfrente que dice: «Se vende».
Quisiera poder renovarlo todo otra vez. Quisiera poder limpiar el polvo de sus calles… pero no puedo.
No puedo hacerlo con el barrio donde crecí. Pero Dios puede hacer exactamente eso dentro del corazón. Puede quitar el polvo del alma cansada, puede encontrarle nuevo dueño. Puede reparar las avenidas del alma dañadas por las desilusiones. «Él confortará mi alma», escribió el pastor. Al hacerlo, no la reformará: la restaurará. El Maestro Constructor sacará el plano original y la restaurará. Restaurará el vigor y la energía de antaño.
Restaurará la energía.
Restaurará la esperanza.
Restaurará la vida.
¡Gloria a Dios, el Restaurador!
En Facebook: www.facebook.com/vida.en.el.espiritu
En Twitter: @vidaespiritu
En Twitter: @vidaespiritu
No hay comentarios:
Publicar un comentario