Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 18 de mayo de 2014
COMPARTE EL EVANGELIO ASÍ
Una vez escuché una historia sobre un evangelista en Rusia, que caminaba por ahí diciendo a la gente: "Jesús te ama. Jesús te ama." Él estaba repartiendo folletos del Evangelio, y una señora dijo: "¿Sabes qué? Su sermón y el Evangelio no va a llenar mi estómago."
A veces tenemos que mostrar a la gente el amor de Dios por medio de la satisfacción de sus necesidades físicas y entonces podremos compartir el evangelio de Cristo.
Jesús habló de la importancia de satisfacer las necesidades físicas de la gente. En Mateo, dijo que cuando damos de comer a los hambrientos, o dar de beber al sediento, o vestimos a los necesitados, o el cuidado de los enfermos, es como que estuviésemos haciendo las cosas para él. Él nos enseñó cómo ayudar a alguien de una manera práctica, y así se puede crear una maravillosa oportunidad de compartir el evangelio con alguien.
Cuando alguien puede ver el amor de Dios en acción de una manera real en su propia vida, es mucho más fácil para ellos creer en nuestro mensaje de que Dios los ama.
Entonces, ¿Cómo se ve esto en la práctica? Podría comenzar con algo pequeño, como dar un abrazo a alguien cerca para que se sienta amado. Desde allí, se puede ir a apoyar a los ministerios que ayudan a los enfermos, los que tienen sed y hambre. Tal vez usted podría ser voluntario en un comedor de beneficencia o de divulgación en la comunidad o tomar un viaje de la misión de servir a los más necesitados en otro país. Las posibilidades son infinitas cuando se toma la decisión de servir a los demás, no sólo con palabras, sino también a través de la acción práctica.
Oración: Señor, quiero poner acción detrás de mis palabras. Muéstrame cómo puedo ayudar a la práctica a las personas que entren en mi camino para que puedan experimentar el poder de tu amor.
Así Sea Señor.
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