sábado, 10 de mayo de 2014

UNA BUENA MADRE


Seamos realistas, todos tenemos nuestras inseguridades. Al darte cuenta de que no te sientes precisamente como una "súper mamá" la mayor parte del tiempo puede hacer que te sientas como un fracaso total. Cuando te sientes inadecuada, recuerda que ser una buena madre a los ojos de Dios es más importante. La Biblia nos da algunas instrucciones claras sobre lo que se necesita para ser una buena madre:

* El amor de una madre se basa en la premisa de amar a alguien más que yo.

"Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas." Deuteronomio 6:5.

Nuestro corazón está defectuoso. Nuestra mentalidad es egoísta. Nuestros pensamientos reflejan el ser interior, mientras que nuestras palabras reflejan las actitudes de nuestro corazón. Nuestro corazón debe ser cambiado para que podamos entender y obedecer su Palabra. La Palabra dice que debemos amar a nuestro Señor, y además amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:23).

* Una madre piadosa teme al Señor, le muestra reverencia, obediencia y honor. Ella le sirve a Dios al servir a otros.

"Tú debes temer al Señor tu Dios, y a él solo servirás, y jurarás por su nombre. No andaréis en pos de dioses ... "Deuteronomio 06:13-14a


La buena madre demuestra su respeto por el Señor, obedeciéndole. Ella guarda sus mandamientos y obedece sus leyes. Su servicio a Él comienza con su familia, y luego se extiende a los demás. Ella les sirve desinteresadamente, como si estuviera cumpliendo a su Señor. Ella no tiene favoritos, pero los valora a cada uno como únicos, creados por Dios para Su propósito.

* Una madre enseña a sus hijos la Palabra de Dios.

"Y la harás repetir a tus hijos, y hablarás de ella estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." Deuteronomio 6:7

Una madre no abandona a sus hijos para que se crien ellos mismos, sino les enseña activamente la Palabra de Dios. Ella modela justicia delante de ellos, y demuestra el carácter de Cristo. Cuando ella no lo hace, ella confiesa su pecado y busca el perdón con humildad.

* Una madre es ser diligente en su trabajo.

"Está atenta a la marcha de su hogar,
y el pan que come no es fruto del ocio." Proverbios 31:27


Los niños necesitan un ejemplo que demuestre una buena ética de trabajo. La madre muestra a sí misma ser diligente en el desempeño de sus funciones. Ella trabaja de buena gana,y establece un modelo de excelencia. No pospone las cosas, pero es fiel. Ella es una buena administrador que utiliza su tiempo sabiamente.

* Una madre cuida de ella misma.

"Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios..." 1 Pedro 3:3-5


Muchos creen que el aspecto exterior es más importante que el ser interior. Pedro nos dice que un espíritu afable y apacible es mucho más valioso. Sin embargo, la madre no es un felpudo, para ser pisoteada por los hijos que se apartan y exigen. Ella se preocupa por su salud física y espiritual. Ella pasa mucho tiempo en la Palabra y en la oración con lo que sus peticiones al Señor llegan y son respondidas continuamente. Ella consigue lo que necesita para que pueda mantener una actitud amable y servicial.

* Una madre presenta una apariencia modesta.

"De la misma manera también, que las mujeres vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos," 1 Timoteo 2:9


Sus hijos y su marido no se sienten avergonzados por su apariencia exterior, porque ella lleva ropa modesta que está bien cuidada, no mal vista ni desencajada. No es extravagante, ni modela lo escandaloso. Ella es considerada por su sobriedad y elegancia.

* Una madre usa sus palabras con prudencia y amabilidad.

"Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón, sea aceptable delante de ti, Oh Señor, roca mía, y redentor mío." Salmo 19:14

Una boca sucia es, sin duda desagradable al Señor. "Malas palabras" no deberían tener cabida en la boca. Recuerda que tus hijos aprenderán a usar las palabras de escucharte. Trata de practicar la bondad en todo lo que dices. Santiago nos dice en 1:19 "sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira." Las palabras dichas alguna vez no se pueden recuperar y pueden hacer daño incalculable.

Por último vamos a poner atención en los frutos del Espíritu:

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley" Gálatas 5:22-23


Podemos dejar de mostrarlos a veces en nuestras propias fuerzas, pero vamos a seguir en el poder del Espíritu Santo, dándonos cuenta de que el dominio de estas disciplinas es un título mayor al que cualquier logro académico:

Es el título de ser considerada UNA BUENA MADRE.

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