viernes, 23 de mayo de 2014

¡NO TE RINDAS!


En el mundo en que vivimos, vamos a tener todo tipo de problemas, frustraciones y dificultades. Así es la vida. Así que sabiendo esto, ¿qué hacemos?

Debemos permanecer firmes y perseverar. En otras palabras, ¡La respuesta nunca es darse por vencido! No importa lo que está pasando en nuestras vidas, la victoria se encuentra al negarse a renunciar.

Ten en cuenta que en el calor de nuestras luchas, el Espíritu Santo está haciendo probablemente su obra más importante dentro de nosotros. Él no se mueve por las circunstancias. Si tú y yo realmente confiamos en Él, ¡No hay que dejar de confiar ni un instante! No está en nuestras vidas para buenos momentos solamente, sino para los tiempos difíciles también.

Él nos guiará en medio de la nada si sólo decidimos confiar en Él y lo seguimos. Esto significa ser diligente en la oración, implacables en nuestra determinación y firmes en la fe, y decididos a permanecer firmes en la Palabra de Dios y sus promesas.

Muchas veces podemos ser desviados por la lentitud con que las cosas parecen ir. De hecho, el enemigo quiere recalcarnos eso a cada momento. Pero recuerda que es en esos momentos cuando Dios puede estar haciendo algo de su mejor trabajo. Observa esto: no es todo acerca de ti y de mí. La obra del Señor en nuestra vida es la preparación para el trabajo que quiere hacer a través de nosotros.

Sé que la vida puede ser difícil a veces. Pero también sé que Dios nos ayudará si nos mantenemos firmes. Pongámonos de pie como dice Gálatas 6:9: "Así que no se cansen de hacer lo que es bueno, ya que en el momento justo vamos a recoger una cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos".

Así que me hago esa pregunta otra vez: ¿Qué hacemos? Mi respuesta es, ¡Nunca te rindas! ¿Cuál es tu respuesta?

Oración: Dios, yo creo que Tú estás trabajando en mi vida, incluso en tiempos difíciles. Elijo hoy mantenerme firme y nunca darme por vencido en obediencia a Tí.

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