lunes, 15 de febrero de 2016

¿ABATIDO?



Salmos 42:1
"Cual ciervo jadeante en busca del agua,
    así te busca, oh Dios, todo mi ser."
   

Los Salmos 42-49 fueron escritos por los hijos de Coré que eran músicos del templo, y el Salmo 50 por Asaf, el fundador de otro grupo de músicos del templo.

Estos salmos, no muy diferentes de los salmos escritos por David, expresan anhelos profundos de la presencia del Señor y el poder de Su mano en la vida de las personas. El nombre del Señor es alabado y sus gloriosas hazañas recordadas. Es interesante observar que varias porciones de este grupo de salmos han inspirado la redacción de himnos y cánticos al Señor.

Al comenzar esta serie de lecturas, Lleguemos con corazones blandos para que el Espíritu de Dios nos haga comprender de estos preciosos depósitos de verdad en nuestras vidas. Podemos aprender de los santos de Dios que anhelan su presencia y que incesantemente exaltan Su Nombre.

En el versículo de hoy específicamente vemos como el autor siente la angustia punzante del ciervo que necesita de agua para sobrevivir. " Mi alma tiene sed" (v2a), "mis lágrimas... de día y de noche" (v3), "derramé mi alma"(v 4a). Recordemos los momentos en los que hemos anhelado a Dios con tal intensidad.

No hay máscaras aquí. El escritor desnuda su corazón. Probablemente en el exilio, el escritor recuerda y anhela al Dios que ha conocido y amado. También sufre la angustia de las burlas de sus enemigos (v3,10). "¿Dónde está tu Dios?" ¿Estás tú o alguien que tú conoces pasando por momentos de dolor punzante? Haz una pausa y ora para que te sostenga la gracia de Dios.

Oración: Señor, incluso cuando estoy abatido y preocupado, voy a poner mi esperanza en Ti. Te alabaré, mi Salvador y mi Dios. En el nombre de Jesús, amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario