Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 3 de febrero de 2016
EL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Marcos 1:14-15
"Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios.
«Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!»"
Los cuatro Evangelios nos dan un retrato de Jesús, su misión y su enseñanza. Cada uno es diferente en estilo, en longitud y en énfasis. De estos cuatro relatos, Marcos es único en muchos sentidos. Es el más corto y, posiblemente, el primero en escribirse. Su narrativa refleja la mirada del escritor para detalles descriptivos y emocionales que son dejados de lado por los otros escritores de los Evangelios. Por recursos literarios hábilmente empleados, junto con el uso constante de repeticiones, resúmenes y recapitulaciones, Marcos es una narración muy estructurada.
A diferencia Lucas y Mateo que comienzan sus relatos con los acontecimientos que rodean el nacimiento del Mesías, Marcos comienza su relato con el ministerio público de Jesús. Marcos no deja ninguna duda en cuanto a quién es Jesús. En la primera frase de su narrativa que proclama que Jesús es el "Cristo, el Hijo de Dios" (1:1). Con esta introducción, Marcos se mueve rápidamente de una historia en la vida de Jesús a otra, y a menudo emplea el adverbio «inmediatamente» para conectar estos eventos.
En los capítulos 1-4, Marcos representa incesante actividad de Jesús con un sentido de urgencia en la proclamación del evangelio. Jesús no era sólo un maestro, sanador, hacedor de milagros, y liberador de demonios; él era el Hijo del Hombre que debía sufrir, morir y resucitar. A lo largo de estos capítulos, Jesús no sólo causó gran asombro, asombro y pavor a los que se lo encontraron, sino también señaló los conflictos y el rechazo del resto.
El evangelio según San Marcos es el anuncio de no sólo lo que Dios está haciendo, sino lo que Dios es. Sigue siendo la palabra de Dios, que tiene poder para cambiar, transformar y traer la libertad a todos. Que nuestros corazones se inflamen con amor y celo por Cristo y su reino.
El día de hoy nosotros podemos también compartir el sentido de urgencia de Marcos en la proclamación del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. ¡Hagámoslo con nuestras vidas!
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