martes, 23 de febrero de 2016

ESCUCHA...



Salmos 50:7
"Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo."


En este salmo el Dios Todopoderoso habla y convoca a los cielos y la tierra para juzgar a su pueblo (v 4).  ¡Oh Dios, perdona nuestra arrogancia y ten misericordia de nosotros! Tremendo es caer en manos del Dios Vivo.

El Dios Todopoderoso testifica contra su pueblo. Él tiene la autoridad para hacerlo, porque él es nuestro Dios (7 v). Se reitera la relación de pacto. ¿Por qué casi no escuchamos los mensajes de reprensión y corrección en nuestras iglesias? Por supuesto, preferimos pensar que Dios guarda silencio acerca de nuestros pecados y hablamos sólo palabras de bendición para nosotros. Le mostramos nuestra rebeldía y la locura más absoluta cuando cerramos nuestros oídos a las fuertes palabras de reproche y buscamos sólo palabras suaves de comodidad que perpetuen nuestra facilidad de vivir.

¡Oh Dios, por favor perdona nuestra rebeldía y ten misericordia de nosotros!

El Señor no necesita nuestros regalos:
La gente en los días del Antiguo Testamento a veces traían sus sacrificios a Dios y consideraban sus actos como un "favor" y una forma de negociar con Dios. Dios sin rodeos les recuerda que Él es dueño de todo y Él no tiene necesidad de sus ofertas (vs 9-13). ¿Tenemos también que arrepentirnos por las veces que vemos nuestro servicio como que le estamos haciendo un favor a Dios? Dios desea que nosotros le reconozcamos como nuestro Dios y como Dador de todas las cosas. 


!Oh Dios perdona nuestro orgullo e independencia intencional y ten piedad de nosotros!


Oración: Señor, por favor ayúdame a estar tranquilo en tu presencia para que yo pueda oír cuando me hablas. Ayúdame a ser mejor cada día y mejorar en esas actitudes de las que hoy me has hablado. En el nombre de Jesús, amén.

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