Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 21 de febrero de 2016
NUESTRO DIOS ETERNO
Salmos 48:14
"Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte."
El Salmo 48 tiene mucho en común con el Salmo 46. La poderosa mano de Dios ha traído libertad a la gente. El salmo celebra también la seguridad de Sión, porque Dios está en sus palacios y Él se ha demostrado a sí mismo como su fortaleza.
Los altos muros y portones fuertes no garantizan la seguridad. Los recientes acontecimientos mundiales han traído a casa la dolorosa verdad de que el peligro acecha en todas partes. Seguridad, se nos dice con razón, no es la ausencia de peligro, sino la presencia de Dios. Cuando los enemigos avanzan, será la presencia del Señor que siembre el terror en los corazones de los atacantes y provoquen su retirada precipitada (v 5). Pero eso no significa que dejamos nuestras puertas abiertas de par en par y nuestros autos desbloqueados. La seguridad de nuestro Dios eterno va más allá de las cosas materiales... tiene que ver con nuestro interior.
Hay tantas cosas por las que alabar a Dios: Su misericordia, Su nombre, su justicia, sus juicios. El salmo no concluye con la invencibilidad del sistema de defensa de Sión, sino en una declaración de fe y confianza en su gran Pastor Rey. Cómo ricos y bien equipados son la ciudad y la gente que tiene al Señor como su Dios ¡Y Él los guía hasta el fin!
Oración: Oh Padre, declaramos el día de hoy que sólo tú eres nuestra seguridad y fortaleza fuerte. Deja que las generaciones que vienen después de nosotros sepan que tú eres su defensa segura contra las tormentas de la tentación y el engaño. En el nombre de Jesús, Amén.
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